Advertencia: Este texto tiene la etiqueta "material para el psicoanálsis" por si no lo quieren leer.
Es oficial: Extraño mucho las clases de adjuntía.
Mi Freud interno dice que la razón tiene que ver con el poder [¡por favor! como si pasar lista fuera la gran cosa, si soy la más barco en eso, respeto la naturaleza anarquista de cada uno de los compañeros, que no entren si no tienen la disposición, que por las faltas no se preocupen, algún alma caritativa los anotará. Total: ellos se pierden las clases].
Pues sí, extraño la cotidianidad de los compañeros, mis clases extra de Historia, mi obligación expresa a informarme y estudiar. Me gustaban los ejercicios sociológicos de sondear a los jóvenes de una generación y diagnosticarlos. Extraño el papel de la hermanagrandedelospollitos pasándoles toda la mafia y los tips que a mí me costaron dos años aprender.
Agregue a esta dosis de desgracia que me embarga, que mi Tóttem me haya pedido (ella, de su iniciativa) la adjuntía y no pudiera tomarla por el horario. Menos mal que Periodismo Gráfico es decente.
No había dimensionado lo que me gusta la docencia hasta ahora, la posibilidad de compartir el aula con alguien que te forma como docente y persona, y lo mucho que uno aprende de los compañeros.
¿Qué será? ¿que crecí en un salón de maestros? ¿que he tenido grandes profesores? No lo sé, el caso es que disfruto como nadie compartir con los alumnos, hasta el trabajo sucio de calificar...
Por ejemplo, recuerdo bien el rostro de la mayoría de mis primeros alumnos, creo que conservan una buena imagen de mí, aún les doy recomendaciones de profesores o me piden ayuda. Jajajaja, me sentí muy importante cuando un día me entrevistaron y me preguntaron: "¿cómo es un día de Mariana?"
Extraño las clases... e ir preparando a los chavos para los siguientes semestres, contarles del campo académico, irles mostrando al gremio, enseñarles sobre las revistas especializadas, analizar los periódicos, contarles de las "autoridades en los temas", de los problemas del gremio, de la legislación... En fin que, a pesar de igual tener mucho trabajo, me siento un poco incompleta sin mis clases de adjuntía...
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