La noticia se retomó brevemente en los medios: el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) aceptaba la renuncia de Virginia Bello a Radio Educación, quien dejaría de laborar a partir del 1° de agosto del año en turno y quedaría en su lugar, Antonio Tenorio Muñoz Cota, cuya previa experiencia en la “radio pública” era haber colaborado de 2002 a 2005 en el Instituto Mexicano de la Radio (IMER).
Con un pasado en la Secretaría de Desarrollo Social, Virginia Bello Méndez dejó Radio Educación hasta la tercera renuncia. La primera, presentada junto con la de Sergio Vela; la segunda, cuando comenzaron los conflictos con la delegación sindical; sin embargo, Consuelo Sáizar la rechazó por su buen desempeño, y la tercera a causa del “hartazgo”, dice Gabriel Sosa Plata, profesor-investigador y periodista de la Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Xochimilco, experto en radio.
“Ya no era una relación institucional, sino un acoso y presión no sólo política, incluso personal, el acoso abarcaba carteles, utilizar altavoces, para hacer una denuncia de ‘que se vaya la directora’. Actitudes que rompen todo tipo de negociación política. Los radicalismos llevan a las decisiones extremas y Virginia ya lo veía como una situación de desgaste personal”, dice el académico, colaborador cercano y consultor durante la administración de Bello, quien, hasta el cierre de la edición no ha respondido a la solicitud de brindar su propia versión.
Una fuente cercana a la administración de la radiodifusora, declara que los roces eran en todo momento, cuenta que los trabajadores sindicalizados conciben el mundo en términos maniqueos, “los trabajadores son los buenos y los jefes los malos”, “buscan constantemente boicotear”. Narró cómo Bello, camino a su oficina del estacionamiento, encontraba letreros con consignas como “espuria” o “lárgate”.
Por otro lado, Florence Toussain, experta en medios, publicó durante la gestión de la ahora exdirectora: “esta administración quiere terminar con la estructura, la línea editorial y la organización paritaria para tomar decisiones en relación con los contenidos. El autoritarismo de la directora se impone una y otra vez sobre los acuerdos a los cuales se llega con los trabajadores” (Proceso, 1700).
A la semilla
Radio Educación nació como la primera radiodifusora de carácter educativo y cultural. Proyecto de José Vasconcelos, cuenta Pellicer que Vasconcelos le comentaba la necesidad de utilizar medios como la “radiotelefonía” para la educación; por ello, solicitaría al presidente Obregón una emisora de la radio al servicio de la Secretaría de Educación.
El 15 de julio de 1924, tras trece días de la renuncia de Vasconcelos, se autorizó la instalación de la emisora de la SEP, pero cuándo ésta dependía del doctor Bernardo J. Gastélum, de acuerdo a la información publicada por Gabriel Sosa Plata y Felipe León López en “Los pioneros: 1924-1968” de Radio Educación. La historia reciente: testimonios y remembranzas, coordinado por el primero y editado por el CONACULTA.
Dentro del régimen legal, Radio Educación pertenece a las radiodifusoras permisionadas, es decir, las que por su carácter educativo y cultural no tienen fines de lucro y, por tanto, no pueden comercializar con su tiempo de transmisión. El financiamiento para su funcionamiento lo recibe del Estado mexicano.
La administración saliente
Virginia Bello Méndez ingresó como directora general de Radio Educación en enero de 2007, entonces se le criticó su equipo de colaboradores, que “no contó con gente de radio. Esa situación le generó críticas (Zócalo 99), que ella interpretó como ataques”. El segundo puesto al mando lo ocupó “una persona que no sabe de radio, porque su profesión es la administración: Leticia Zamora, Director de Producción y Planeación”.
El área de Noticias estuvo inicialmente a cargo de Jery Correa, “una funcionaria que sólo quiso quedar bien con el partido en el gobierno y que se enfrentó con todos los turnos, al grado de que la delegación sindical pidió su salida. Lo cual atendió Bello. En el área administrativa también se registró inestabilidad, ya que en mayo enunció José Villagrana Robles, Director de Finanzas, Administración y Desarrollo Técnico”. Varios puestos continuaron sin ocuparse después de varios meses. “Por ejemplo, desde octubre del 2008, el puesto de subdirección de información que dejó Correa”, publicó Zócalo el 17 de julio en su portal en línea.
Otro objeto de críticas fue la transmisión de promocionales grabados del gobierno federal, pues los avisos eran antes en voz de los locutores, quienes en ciertos horarios leían las promociones de distintas dependencias gubernamentales. “Hoy, el llamado ‘oasis del cuadrante’ ha sucumbido ante la mezquindad de una política que se niega a respetar ningún medio en el cual pueda tener injerencia. […] habrá que lamentar la incapacidad de la directora actual, Virginia Bello, para aguantar las presiones”, escribió Toussaint, (Proceso, 1636)
“Sí, antes los locutores recibían los spots escritos, pero los editorializaban, porque en Radio Educación se hace un periodismo militante y eso quita objetividad. El Sindicato toma la renuncia como un triunfo, pero Virginia no hacía más que cumplir la ley”, dice la fuente de la emisora que pidió anonimato.
Durante la inauguración de la 7ª Bienal de Radio organizada el año siguiente de la llegada de Bello, en la sesión de preguntas y respuestas, la entonces directora recibió un cuestionamiento a lo que los trabajadores llamaron el “Bellodomo”. Dicho domo se construyó en la explanada del edificio de la emisora para evitar filtraciones a las bóvedas de la fonoteca, a las que se instaló un sistema de aire acondicionado y deshumidificador especializado para preservar los acervos fonográficos de Radio Educación. Además, la explanada se ofrece a creadores artísticos como un espacio para exhibir sus obras plásticas. De 2007 a la fecha se han realizado ahí 35 exposiciones de igual número de creadores, si bien antes de julio de 2008 se realizaban en el angosto pasillo que lleva a la cabina de transmisión, donde frecuentemente la iluminación era escasa.
También, criticadas por Toussaint, las actitudes durante la emergencia sanitaria, “la emisora se enlazó con el IMER. A los trabajadores se les negó la posibilidad de elaborar sus propias transmisiones bajo el argumento de que no están capacitados para hacerlo”.
Hilda Saray Gómez, hoy Directora de Producción y Planeación con la nueva administración declara que entonces, como locutora y guionista, “fue algo que nosotros los trabajadores asumimos con una enorme sorpresa, si no fue una decisión autoritaria, parecía una decisión autoritaria, o por lo menos una señal de poca confianza. Nos cayó con un enorme desconcierto, con un muy mal sabor de boca, porque uno se pregunta como profesional de la radio qué estaría proponiendo en circunstancias como esas”.
Una batalla que presentó Bello fue la de ser la primera en plantear el debate de los medios públicos frente a la Reforma Electoral, pues implicaban la interrupción de la transmisión donde no hay cortes comerciales, por ejemplo, en la mitad de las piezas de música clásica. Fue entonces que el Instituto Federal Electoral (IFE) decidió crear un “permiso” para “programación especial” en calidad emergente, porque para estas radios es la programación cotidiana.
Por otro lado, se calificó como un “acierto” la creación de la figura del defensor del radioescucha, el “Ombudsman” como una forma de autorregulación, representado por el doctor en Comunicación Ernesto Villanueva.
Así, la administración saliente, “impecable” a juicio de Sosa Plata, dejó de saldo, de acuerdo con el Informe de la Dirección General al que tuvo acceso la reportera, la renovación del 81% de la carta programática, el incremento en 50% a las producciones propias, el aumento del 43% en la audiencia entre 13-29 años, se retomaron las transmisiones en vivo del Festival Internacional Cervantino luego de diez años, en 2007 se restituyó el Comité Técnico de evaluación como órgano de consulta de la Dirección General para revisar el contenido de las nuevas series radiofónicas, y se creó el primer Fondo de Apoyo a la Creatividad Radiofónica, en colaboración con el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.
Los que llegan
El principal detonador del conflicto sindical con la ex directora, fue en materia salarial. Los trabajadores de Radio Educación complementaban sus sueldos con el pago de honorarios por trabajos realizados, presupuesto contenido en la fracción denominada “capítulo 3000”. Ésta fue siempre la más susceptible de recortes, el mayor conflicto se desató cuando Bello comunicó a los trabajadores que la Secretaría de la Función Pública, retiraría por completo ese ingreso en 2010, con lo que la emisora debía renunciar al 50% de su producción.
El primer asunto coyuntural atendido por el nuevo director, Antonio Tenorio Muñoz Cota, fundamentalmente escritor, fue, al lado del Director de Administración, Ing. Antonio Arana, la negociación y trabajo de cabildeo para lograr que los recursos contenidos en el Capítulo 3000 se canalizaran al Capítulo 1000, directamente dedicado al pago de servicios de profesionales y donde no es vulnerable frente a los recortes presupuestales. Ello garantiza el presupuesto para el 2° semestre de 2009 y para 2010. Saray Gómez afirma que se traduce en una mayor planeación de la producción, de las series, el tipo, la duración y las personas que intervienen.
Los nuevos directivos reciben “con mucho entusiasmo” el cargo, dice la nueva Directora de Producción y Planeación, el principal reto es “fortalecer la institución en materia de los mecanismos de trabajo, las líneas programáticas, la relación con el auditorio y la oferta temática”.
La labor de la nueva administración será la cicatrización de la relación sindicato-directivos, cuyo primer paso fue dado con el aseguramiento del presupuesto. Hilda Saray, como parte de la misma, afirma que se está trabajando con mucha comunicación; con interés de CONACULTA por los trabajadores como pieza fundamental y con intercambios porque el fin último de ambos, según su opinión, es trabajar por el bien de la emisora. Sosa Plata concluyó advirtiendo, “si vuelve el conflicto salarial [con el Sindicato] no será culpa de Antonio [Tenorio], es un problema estructural del país”.
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