No lo extraño a él. Te prometo que no. Me extraño a mí con él. Perderme en un abrazo eterno, olvidarme del exterior en un beso, el orgullo de sostenerlo de la mano en el propio país. No lo extraño a él, ni a la noche eterna de la promesa de sus ojos, tienes una promesa de amor en los tuyos, la aprecio y la guardo; siempre la había esperado. No lo extraño a él ni a los brazos que prometían inmunidad ante el mundo, tú tienes unos que se aferran.
No, ya no lo extraño ni a su plática inteligente, ni las confrontaciones que se convirtieron en guerras de sábanas; no extraño ya la seguridad de sus manos ni la suavidad del tacto.
Extraño, en cambio, los alientos que se llevó, ojalá los devolviera; te los daría todos, los mereces mucho más que él. Ojalá empaquetara el libro que me dedicó mi mejor amigo; el favorito que le regalé y mi taquicardia, no mereces segunda mano, pero te los daría de primera calidad. No extraño el cuerpo ni la piel, extraño la energía y el deseo que se llevó en su partida.
Ojalá diera de alta mi corazón y quizá estaría como nuevo y no mordido y debilitado, desconfiado y asustado.
Ojalá fueras lo que él fue para mí, ojalá te quisiera como lo quise, ojalá no te lastimara tanto. Ojalá te extrañara como lo extrañaba a él.
No, ya no lo extraño a él, me extraño a mí, porque lo que dejó, no es ni la mitad de lo que mereces, y no está listo para ti.
No, ya no lo extraño ni a su plática inteligente, ni las confrontaciones que se convirtieron en guerras de sábanas; no extraño ya la seguridad de sus manos ni la suavidad del tacto.
Extraño, en cambio, los alientos que se llevó, ojalá los devolviera; te los daría todos, los mereces mucho más que él. Ojalá empaquetara el libro que me dedicó mi mejor amigo; el favorito que le regalé y mi taquicardia, no mereces segunda mano, pero te los daría de primera calidad. No extraño el cuerpo ni la piel, extraño la energía y el deseo que se llevó en su partida.
Ojalá diera de alta mi corazón y quizá estaría como nuevo y no mordido y debilitado, desconfiado y asustado.
Ojalá fueras lo que él fue para mí, ojalá te quisiera como lo quise, ojalá no te lastimara tanto. Ojalá te extrañara como lo extrañaba a él.
No, ya no lo extraño a él, me extraño a mí, porque lo que dejó, no es ni la mitad de lo que mereces, y no está listo para ti.
2 comentarios:
Marianita te visito desde las alturas bloggeras, apenas conocí tu blog y llegué para quedarme. No encuentro donde darte follow para enterarme de lo nuevo que escribas. Te mando un beso desde mi rincón del cielo.
Que bonito texto, todos hemos estado ahí y aquel que no, que arroje la primera piedra.
Thalia
p.d. tengo un nuevo twitter, me llamo BarrioPop, por ahí si tienes tiempo agrégame, siempre es bueno saber de la gente pensante como tú.
Muchas gracias, Thalía, este blog es tu casa y puedes venir a visitar cuando quieras. Puedes "seguirme" en el lado derecho.
Ya te sigo en Twitter, yo allá soy @grafografa igual.
Muchos saludos
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