Antes de dar paso a lo que publicaré por la fecha, quiero agradecer a "allan loso", Yaz Morlet y Beto de la Rosa por sus comentarios, saberse leído es el sueño más grande para todo escritor (o intento de, como su servidora).
Me animé a publicar en mi blog parte de lo que, espero un día, sea mi Terminología de lo cotidiano so advertencia que no me lo vayan a piratear (desconfianza gracias a Azael). Bueno, aquí entran puros cuates, espero y supongo, así que yo sé de su sensatez. Y ciertamente, el plagio es la mejor de las demostraciones de lectura, yo tengo los manuscritos, jejejeje...
Lo siguiente se lo dedico a las todólogas que nos educan, quienes nos (o por lo menos me) dejan unos zapatos demasiado grandes para llenar. A mis madres (biológica y postiza), a mis abuelas, a Normiux (nunca me cansaré de agradecer la formación del humor negro en mi vida) y a mi tóttem, claro, quien me ha formado profesionalmente y en quien, en gran medida, está basado lo siguiente... Bueno basta de agradecimientos y demos paso a lo siguiente...
(redoble)...
(para hacerla de emoción)
....
Poco a poco se subieron a empujones al tren masculino. Reclamaron con entereza un espacio negado. Se apropiaron de tareas aprendidas como ajenas sin renunciar a su identidad verdadera.
Pagaron boleto sencillo, pero llegaron para quedarse. Asumieron la complejidad de andar con dos roles. Heroínas cotidianas con historias de vida comunes.
Estudiaron, se culti
varon, se prepararon e inundaron las aulas y oficinas de los recintos varoniles para interrumpir la tensa calma de los pasillos con un clackeo rítmico que anuncia su movimiento.
Probaron el adictivo elixir del éxito profesional, les gustó y no renuncian a él. No obstante, atienden con rigor sus históricas tareas otorgadas tradicionalmente. Cumplen doble jornada laboral. Son luchadoras sociales, mujeres comprometidas, activistas, emprendedoras y, al mismo tiempo, madres, esposas, hijas, amas de casa; son femeninas y preocupadas de sí.
Entre ellas son solidarias y complementan sus tareas.
Liberadas, transitan entre la sumisión y dependencia de sus congéneres de ayer y las ingobernables generaciones venideras, pero aguerridas como son, incapaces de traicionarse andan el mundo ostentando su feminidad exigiendo la equidad.
A empujones, se subieron al tren de la vida en el vagón masculino, cargadas con años de tradiciones, pero con sólidos ideales. Dispuestas a competir en igualdad de condiciones por un lugar merecido, armadas del objeto simbólico por excelencia: los zapatos.
No es difícil encontrarlas en cualquier ámbito, dispuestas a luchar por lo que creen y actuar en congruencia subidas en el calzado de la sofisticación estética: los tacones.
Pagaron boleto sencillo, pero llegaron para quedarse. Asumieron la complejidad de andar con dos roles. Heroínas cotidianas con historias de vida comunes.
Estudiaron, se culti

Probaron el adictivo elixir del éxito profesional, les gustó y no renuncian a él. No obstante, atienden con rigor sus históricas tareas otorgadas tradicionalmente. Cumplen doble jornada laboral. Son luchadoras sociales, mujeres comprometidas, activistas, emprendedoras y, al mismo tiempo, madres, esposas, hijas, amas de casa; son femeninas y preocupadas de sí.
Entre ellas son solidarias y complementan sus tareas.
Liberadas, transitan entre la sumisión y dependencia de sus congéneres de ayer y las ingobernables generaciones venideras, pero aguerridas como son, incapaces de traicionarse andan el mundo ostentando su feminidad exigiendo la equidad.
A empujones, se subieron al tren de la vida en el vagón masculino, cargadas con años de tradiciones, pero con sólidos ideales. Dispuestas a competir en igualdad de condiciones por un lugar merecido, armadas del objeto simbólico por excelencia: los zapatos.
No es difícil encontrarlas en cualquier ámbito, dispuestas a luchar por lo que creen y actuar en congruencia subidas en el calzado de la sofisticación estética: los tacones.
1 comentarios:
oh si! espero que el día de la presentación oficial este presente xq he leído algunos de los escritos y ansío que el futuro no muy lejano nos permita presumir que oficialmente eres una escritora.
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