Ejercitar la pluma a poetazos

Lo escrito aquí son, espasmos de escritura a los que atendió la pluma y la libreta.

Anclé en tu puerto

He decidido anclar en tu puerto,
arribar a la playa de tu vida
y dejarme cubrir por la arena de tu historia

Mi embarcación es joven, inexperta,
llena de proyectos por cumplir
aventurera en un mar desconocido
y en un naufragio llevada a ti.


Exigencia al futuro

Preciso de mí por completo:
de las piernas para caminar.

Preciso de absolutamente todos mis sentidos:
necesito ver para conocer,
ojos no sólo para mirar, para cerrarlos e imaginar;
manos para tocar, cocinar, escribir,
sentir.

Que el destino no me prive de hablar,
de probar,
de tener revoluciones en el paladar.

No quiero nunca dejar de escuchar,
que la música sea siempre mi placer,
que a mis amigos pueda entender
y aconsejar.

Requiero de mis recuerdos completos
con cada uno de los detalles,
que el cofre alemán no me deje sin ellos
o en instantes de lucidez tenerlos de regreso.


Amar…

Amar es ser feliz haciendo feliz al otro,
Amar es tenerme en la libertad cautivo,
Poder estar en cualquier lugar
y preferir quedarme contigo.

Dicen que hablar de amor es trillado
Y los románticos seguimos en la necesidad instalados.

Amar con amor violento*,
Amor sincero
Amor valiente
Amor honesto
Pasión
Deseo
Unión perfecta del alma y el cuerpo

El amor es inmaterialmente tangible,
Pero materialmente existente
Sensible, omnipresente;
Unión de términos inexactos
Indescriptible a los humanos.


Olvido


Olvido. Olvido que olvido y debo recordar que necesito olvidarte. Constantemente olvido que te he olvidado y escribo en primer lugar de la lista de mis pendientes: olvidarte.
Dejarte ir se ha convertido en mi asignatura pendiente, en la molesta tarea de ocuparme y descubrirme, pensando en ti.
Escribir que te olvido es mi distracción, es la implacable necesidad de recordar que te he olvidado.
Ayer festejé haberte olvidado y entonces noté estarte recordando…

Querer en la realidad

Recorrer tu perfil con cada uno de mis dedos,
para reconocerte aun en la ceguera de la oscuridad
para entenderte palmo a palmo.
Quererte en la realidad.

Mirarte dormir es observar tu paz continua
Esa que rompes cuando me amas,
esa con la que calmas mis nervios, mi ansia,
esa que sólo maquina la sabiduría de tu experiencia.


En la voz de otro: El arte de amar con el cuerpo…

Las medias te recorren las piernas poco a poco
como lo he hecho yo hace un momento
me impresiona la frialdad con la que te vistes de pronto,
dando fin al encuentro de los cuerpos.

Ahora eres hielo que quema
antes, fuiste pasión desbordada
eres de él toda entera
aunque te hayas consolado en mi cama.

Es posible que me quieras
pero no como a él lo amas
yo soy sólo el amante
en quien calmas tus ansias.

Te miro y admiro
eres todo lo que quisiera;
sin embargo, no puedo tenerte
y, quizá por ello, alimentas mi inocencia.

Tu corazón es para mí un enigma,
aunque tu cuerpo ya lo he descifrado
me pierdo entre tu cabello negro
tus abstrusos ojos grandes y tus labios afilados.

He aprendido de ti
el arte de amar con el cuerpo
maestra que me enseñó a sentir
con cada rincón de mi ser imperfecto.


Te acepto


Te acepto sin culpa por lo que eres
por lo que te falta, por lo que tienes
te quiero por que comprendes,
mi modo de ser de espíritu viejo con juventud impertinente.

Me deleita la barba, contorno de tu sonrisa,
la hondura de tus ojos me cautiva
amo la jovialidad de tus gestos
eres tú, una pasión que se cultiva.

Permíteme curar tus heridas
con el amor y la pasión de mi corta vida
déjame secar tus grandes lágrimas
que ella ha dejado a su huida.

Conoce quién soy en realidad
date la oportunidad de conocer la felicidad
piensa que si acaso no llegase a funcionar
quedará en el pasado el recuerdo nebuloso de una dicha, en tu vida, inusual.

Ausencia

Hoy como nunca tu ausencia se ha vuelto un hueco
Un espacio cóncavo a la izquierda de mi pecho.
Tu lugar a mi lado se ha hecho un “sin ti” interminable
Un “te extraño” único
Un vacío que tiende a infinito.

La malquerida

No me quieras.
No me quieras porque no te querré como quieres.
No que quieras.
No sé de convencionalismos amorosos.

No me quieras;
me sé mujer y me creo hombre.
No me quieras,
que soy experta en lastimar.

No me quieras;
Construye con alguien menos complicada
un futuro más ideal,
una familia de la publicidad,
una pareja basada en monogamia y fidelidad.

No me quieras,
Encuentra a alguien cuyo origen sea “el mundo raro”,
un ser sin historia, entregado;
alguien que espere y dé amor estereotipado.

No me quieras a mí.
Mis historias me han enseñado a querer así.
Aprendí a amar en historias del sufrir
y no acostumbro a querer sin herir.