¿Cuánto me parezco a ti? --o quizás valga la pena sorprenderse-- ¡Cuánto me parezco a ti!
Me descubro en tus gestos (¿o te descubro en los míos?), en tus expresiones de inocencia, en tus demostraciones de afecto... Si te es posible, ¿podrías devolverme? Es sólo que quisiera integrarme otra vez; sentirme en una pieza, consciente, completa y, sobre todo, plena.
Ya no quiero estar como se está sin ti, sino como puedo estar conmigo.
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