He aprendido a respetar el silencio como un espacio en la intimidad del otro. El silencio sólo es incómodo cuando hay pendientes, cobardía para hablar. Respeto el misterio del silencio masculino. Creo en el silencio de la complicidad.
Con el tiempo uno aprende a respetar el silencio que no le pertenece; un principio de paz en la propiedad privada; no hay derecho para exigir confianza que no tiene convicción propia.
Me intriga investigar los silencios, no me pesan. Respeto el silencio y espero pacientemente el momento adecuado para romperlo.
2 comentarios:
Tu blog es un maravilloso espacio en el que me he perdido gustosamente.
El silencio, el silencio... cuántas cosas son dichas con él y cuán incomprendidas son.
lindo blog
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